Cómo Tres Palabras y un Corazón Revivieron Nueva York.
I ❤ NY
I Love New York
Oye.
Transformaron Nueva York con 4 palabras.
O tres palabras y un corazón.
Según como lo veas.
Fusión de un buen eslogan con un gran logotipo.
La historia se remonta a 1970, cuando la ciudad estaba en una gran crisis, con un alto índice de criminalidad, una economía en decadencia y una imagen pública deteriorada. La ciudad enfrentaba un futuro incierto.
Es decir, en 1975, Nueva York era vista como una ciudad peligrosa y deteriorada.
Además de hundida en deuda.
Necesitaban rescatarla.
Así que el presidente Gerald Ford decidió invertir en hacer una campaña diferenciadora que cambiase esa percepción tan arraigada y temida de Nueva York.
A la vista están los hechos de que funcionó.
¿Por qué creo que el eslogan tuvo tanto éxito?
Simplicidad y claridad:
El mensaje es directo y fácil de entender.
Conexión emocional:
Utilizar la palabra Love establece una conexión emocional inmediata contigo, invitándote indirectamente a conectar de forma positiva con la ciudad.
Universalidad:
El eslogan utiliza palabras y símbolos que son mundialmente identificables, independientemente de si conoces la cultura, la lengua o el país.
Positividad:
En un tiempo de crisis, un mensaje positivo y esperanzador era justo lo que la ciudad necesitaba. Cambiando la narrativa de miedo y decadencia a una de amor y posibilidad.
Estos mismos motivos fueron los que tuvo también el logotipo, transmitiendo la esencia del mensaje no con 4 palabras, sino con 4 símbolos: tres letras y un corazón.
Creando una iconografía duradera, un ícono cultural, reconocible instantáneamente y asociado positivamente con Nueva York.
¿Qué cambios consiguió provocar esta campaña?
1.Mejoró el sentido de orgullo y comunidad para los residentes en NY.
2.Cambió la percepción de la ciudad.
3.Revitalizó el turismo.
4.Dejó un legado.
Por lo que un buen texto unido a una gran imagen
puede cambiar la percepción que tienen de ti.
Puedes diferenciarte en tu mercado.
Y ser auténtico.
Que tengas un buen día,
Alberto.
Por cierto, aquí cuento cómo diferenciarte desde mis aventuras diarias.