La función principal de un redactor publicitario,
es crear textos que enganchen.
Textos persuasivos.
Textos atractivos.
Aunque sobre todo, textos sencillos.
Es decir, aterrizar el mensaje a tu audiencia.
A tu público objetivo y guiarlos a la respuesta que deseas.
Ya sea conseguir su email, que te sigan en una red social o que soliciten un presupuesto.
Cada negocio tiene unas necesidades.
Sin embargo, si no las sabes comunicar.
Es como si no existiesen.
¿Cómo cumple con esta función un redactor?
Hay muchas claves en el proceso de investigación para posterior desarrollo de un texto. Aunque quizás se puede resumir en tres puntos.
1.Conocer a tu audiencia.
Es decir, comprender a quién va dirigido el mensaje, entendiendo las necesidades, deseos, puntos de dolor o preocupaciones, así como el lenguaje que se va a usar.
2.Aterrizar el mensaje.
La claridad y la facilidad de entender el texto, los mensajes han de ser directos, transmitiendo una información complicada de forma sencilla.
3.Creatividad.
Aquí es el elemento diferenciador, que cada redactor juega a su favor, para que sus textos resalten y se perciban distintos, mientras que captan la atención de su público.
En definitiva, todo texto debe ir enfocado a una comunicación efectiva y relevante.
Ya sea para comprar un producto, suscribirse a un servicio, o simplemente recordar una marca. Si te apetece conocer algunas técnicas para diferenciar tu negocio, diariamente envío una a los que forman parte de esta lista.
En menos de 3 minutos con los primeros sorbos de café se llevan una idea al comenzar la mañana.
¿Dónde puedes poner tu email para recibirlas?
Aquí.