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Experiencia desastrosa, vaya marrón en el hotel.

Oye,

hace unas noches.

Quedé con una amiga para cenar.

Hacía meses que no nos veíamos y le escribí antes de irme de Málaga para vernos.

A esto que antes de llegar a la casa, me comentó que una chica que había conocido su pareja lo estaba pasando un poco mal y que si no me importaba que se uniese a la cena.

-¡Por supuesto que no!  ¡Vaya pregunta!

En otro email os describiré a la chica, porque para mí fue una cena muy curiosa por el aluvión de información que tuve que gestionar.

Pero, sin ponerte en contexto quería preguntarte si sabes lo que es un ¿Upper Decker?

Porque durante un par de minutos, parecí un analfabeto incrédulo preguntándole a a aquella chica…

¿Aper deker QuÉ?

Que me estás hablando de Aper dequer de ese.

¿Puedes deletreármelo?

Sí claro

U-PP-E-R de que está arriba.

Y yo… ¿Y Decker? (Casualmente esa palabra si la había escrito bien).

Es inventada, pero en su conjunto es como parte de arriba.

Y yo.. okey okey… puedes continuar con tu historia.

Pues mira nomás, estábamos con mi jefa en el cuarto de un hotel, y qué crees, nos la pasamos re mal, desde que nos querían cobrar más por servicios que ni habíamos pedido, hasta la asistencia en el cuarto estaba más fea que patada de mula. (Esto no lo dijo exactamente pero al ser Mejicana la chica he buscado alguna expresión que cuadrase).

 Entonces estaba yo bien encabronada con la situación, y le digo a mi mamá:

-Creo que deberíamos hacer un Upper Decker, así acomodamos el karma y que se lo ganen. Además, así no nos chingan con la fianza.

Exacto.

Ahora mismo estás en el mismo punto que estaba yo.

¿Y que C*j*n*s es un Upper Decker?

-Ahhhh eso es cagarte dentro de la parte superior del inodoro.

Dentro, de la puta cisterna.

Abrir, esa parte blanca que suele poner roca en una esquina, sentarte a observar el horizonte mientras apoyas tus pies en la taza y dejarle un regalo que en otras circunstancias serviría para abonar huertos, dentro del tanque de agua.

Para que cada vez que tires y tires de la cisterna.

Nunca.

Salga limpia.

El agua, digo.

Vaya cerdada, para alinear los chacras.

Pero.

Me di cuenta, que la mente humana nunca dejará de sorprenderme.

Es decir.

La atención al cliente es jodidamente brutal.

Porque una buena atención al cliente, quizás solo te deja 5 estrellitas en Google, pero una mala atención al cliente te puede dejar una Upper Decker.