El pasado viernes, Dolores, hice dos cosas.
La primera fue llamar a mi abuela para felicitarla.
Y la segunda fue ir a Gijón.
Allí, conocí a 22 empresarios.
Entre vinos y jamón.
Como debe ser.
Era un evento presencial de networking, forma moderna para referirse a hacer contactos.
En un hotel con nombre de rey.
Al llegar, me encuentro con decenas de camas.
Le salían las camas por las orejas.
Al parecer, al sitio donde iba, estaban cambiando las camas y una tienda de colchones había hecho el agosto.
Así que me tuvieron entre colchones.
Dejando el juego de palabras, me colé en una reunión de empresarios para cumplir al menos un objetivo de los que tenía esa semana.
Aumentar mi red de contactos.
Y no está mal.
He cerrado algunas llamadas para principios de abril.
A ver si me convence trabajar juntos.
Lo que te quiero decir es que en la vida y en las ventas, lo importante es hacer contactos.
Así que hay que tener presencia en el máximo de lugares posibles.
Para estar presente, una cosa que hago a diario es escribir un correo electrónico.
Solo para aquellos que están en mi lista.