Tal vez ni siquiera eres consciente de lo importante que es este paso.
Me he dado cuenta hace poco, pero me ha recordado a cuando tenía diez años.
Mi madre estaba embarazada, en pocos meses dejaría de ser hijo único.
Quizás cuando eres más pequeño puedes tener celos por esa situación, por el hecho de que debes comenzar a compartir todo con un ser diminuto que solo llora, come y caga.
Pero en mi caso, no era así. Tenía mucha ilusión, nunca había tenido un hermanito, quería tener a alguien con quien jugar y al que pudiera servir de referente.
Recuerdo como cada noche me acercaba a la barriga de mi madre y le daba las buenas noches, pidiéndole que saliese pronto que lo quería conocer ya.
Cosas de crío imagino.
No sé.
Lo que te quería comentar, es que ese año empezaron muchos cambios, siempre tuve una habitación de juegos y mi cuarto para dormir.
En un hueco de la pared, mi padre había instalado un par de baldas grandes de aglomerado, que sirvieron durante años de estanterías para mis juguetes.
Es más, conforme fui creciendo, pusimos hasta un televisor de Disney que me habían traído unas navidades los Reyes Magos, esos televisores que durante una época tuvieron muchos niños, que sus altavoces eran las orejas de Mickey.
Ahí metía en el DVD películas y me tiraba las tardes viéndola en un pequeño sofá que habíamos cogido del antiguo piso de mi tía.
Hasta ese verano.
Ese verano mi habitación de juegos desaparecería.
Parecía que de un día a otro había crecido y debía dejar a un lado ese espacio en el que tantas horas había pasado para cedérselo al nuevo integrante de mi familia, mi hermano.
Así que mis padres pensaron que lo que realmente necesitábamos era un armario para meter las cosas del bebé.
Y no querían un armario de IKEA cutre que durase un par de asaltos, ya que se ponían, querían hacer las cosas bien.
Comenzaron a pedir presupuestos para armarios empotrados.
La palabra empotrado siempre me resultó curiosa, hasta que años más tarde conocí su verdadero significado y todo en mi mente encajó como piezas de puzles.
Empezaron a buscar carpintero. A mi madre le quedaban pocas semanas para tener al crío pero mientras tanto, se llegaron a varios carpinteros del pueblo para preguntar presupuestos. No recuerdo cuánto salió el armario.
Recuerdo aquella reunión, en un taller bastante oscuro, en una mesa de cristal pequeña, donde el señor sacaba catálogos intentando entender las explicaciones de mi madre y haciendo un diseño improvisado sobre la parte de atrás de una factura a lápiz, para dejar claro el diseño y los compartimentos que querían mis padres.
Luego se levantó a enseñar un par de muestras de madera, y finalmente empezó a hacer cálculos con una calculadora antigua para decir un precio final y lo que tardaría en dejarlo listo.
Mis padres no estaban convencidos con ninguna de las opciones, todos los carpinteros decían más o menos las mismas coletillas; «es que hoy en día nadie te hace esto», «es que la madera ha subido», «es que», «es que»… excusas que parece que al ponerlas, su precio se vería como inferior, algo que nunca entendí.
Entonces mis padres tenían varios presupuestos, de varios candidatos y para decantarse, hicieron lo que la mayoría de las personas que conozco suelen hacer.
Se quedaron con el más barato y aquel que le aseguraba que podía entregarle en tiempo el armario montado.
Ellos querían que el armario se quedase montado antes de que naciese el niño, para evitar follones, como era entendible.
Este carpintero, solo se diferenció por precio con el resto.
Imagina que tenemos a Jose Luis que cobra mil euros por instalarnos el armario y por otro lado tenemos a Martínez que cobra seiscientos euros. Ambos nos dicen lo mismo, con sus coletillas.
Dos papeles de presupuestos, que solo cambian los logotipos de la esquina superior izquierda y el precio de la esquina inferior derecha.
¿Con cuál te quedas?
Es lógico.
Pero si hubiese llegado Jose Luis, ese que te dice mil euros.
Comprende tu situación, empatiza con vosotros, de que sois una pareja que está a punto de tener un bebé.
Que tenéis mil cosas en mente y que necesitáis tener el armario listo, en el cuarto del bebé lo antes posible y con las menores complicaciones posibles.
Imagina que Jose Luis se encarga de llevar a tu casa unas muestras de madera para elegir de forma adecuada que el color del armario vaya a juego con las puertas y el resto del mobiliario.
Te explica los pasos que va a seguir.
Desde medir el hueco del que dispones, hacer una maqueta virtual de cómo quedaría, ir con un par de trabajadores para evitar que en ningún momento del montado la madera sufra algún golpe o desconchón, que el día y la hora de la instalación sean acordados contigo para que no haya inconveniente para ninguno, y que antes de llegar a la habitación donde se instalará se prepare el espacio para proteger los muebles y el suelo, si fuera necesario, y además garantizar que el proceso sea lo más limpio y ordenado posible…
…Mostrar todos los compromisos que como negocio tienes con tu cliente porque eres profesional y atento al detalle.
Entonces, en vez de darte ganas de salir corriendo al ver los MIL euros, lo valoras desde otra perspectiva ¿Verdad?
Pues a tus clientes les puede pasar lo mismo con tus presupuestos.
No es lo mismo mandar un presupuesto vendiendo tus servicios compitiendo en precio y perseguir al posible cliente…
…que saber cómo presentarlos subiendo los precios y que sea el cliente el que te persiga a ti.
Nadie presta mucha atención a los presupuestos, la verdad.
Y más, si son unas líneas diciendo lo que haces, el precio y las formas de pago.
Poniendo lo mismo que casi todos los que envían presupuestos, porque se supone que si es lo que hace la mayoría es lo que hay que hacer.
Pero cuando un posible cliente te rechaza un presupuesto o básicamente te hace bomba de humo y no te vuelve a llamar, te preguntarás… ¿Por qué?
¿Ha sido por el precio?
¿Por la falta de experiencia?
¿Por los plazos?
Porque hacer presupuestos es aburrido, te quita tiempo y es un trámite que te ahorrarías si pudieras.
¿Cómo puedes conseguir que tus presupuestos se diferencien?
Muy sencillo:
Haciendo tú mismo los apaños que estimes oportunos en tus presupuestos, tras leer este ejemplo que te he hecho.
O escogiendo mis servicios.
¿Quieres que tus clientes te escojan por la calidad de tus servicios?
Mi trabajo es poner en valor tu servicio por encima del precio.
Así que no voy a mandar una tabla con descripciones y una cifra a tus posibles clientes. Sacaré a la luz sus necesidades e iré justificando cómo tu servicio resuelve su problema.
Crearé a medida para tu negocio una estructura perfecta, para que el presupuesto que envíes sea efectivo.
Te crearé un método de presupuestos irresistibles a medida, que podrás editar fácilmente para cada cliente.
Te explicaré por qué he usado cada elemento en tu presupuesto y te daré todas las pautas que necesitas para que cada modificación del presupuesto sea un éxito.
En el caso, de que tengas distintos servicios lo más práctico es diseñar un tipo de presupuesto para cada uno de ellos.
Así, cuando te pidan un presupuesto, podrás recurrir a las herramientas que te he creado y cambiar solo, los apartados que te indique, siguiendo el método que te comentaré.
Si vas a trabajar con un cliente que repite, puedes pasar una propuesta mucho más corta porque ya conoce tu trabajo, y en esta también trabajaré.
Ayudándote a dar el paso más importante de tu negocio, que es cerrar la venta.
Hasta que el dinero no está en tu cuenta, no has finalizado, así que no descuides el paso más importante, como es el de dar un buen presupuesto que se diferencia de tu competencia.
Es cierto, que ofrezco este servicio excepcional muy barato, pero al menos mantendré este precio para los primeros.
El precio de este servicio es 242€ (IVA incluido)
Si te interesa que valore tu negocio, rellana este formulario.
Puedes intentarlo tú, lánzate.
Pero si fallas, serás tú el culpable.
Mientras si me eliges a mí, tendrás a quien echarle las culpas si sale mal y si sale bien tu entorno solo recordará que tú fuiste quien tomó la decisión correcta al escoger mis servicios.
Soy capaz de asumir la culpa.
Estoy tan convencido de la calidad de mis servicios, que si tras enviar diez presupuestos siguiendo mi método, no te han contratado, te devuelvo el dinero.
Preguntas frecuentes:
¿Cómo sé si tú deberías revisar mis presupuestos?
Si vendes servicios es la mejor inversión que haces para tu empresa. Si no vendes servicios, no te interesa.
¿Por qué debería considerar tus servicios en lugar de intentarlo por mi cuenta?
Elegirme te garantiza una presentación de presupuestos profesional y efectiva, aumentando tus posibilidades de éxito. Además, si algo sale mal, asumo la responsabilidad y te ofrezco una garantía de satisfacción.
¿Qué garantías me ofreces?
Te ofrezco una garantía de satisfacción, es decir, si tras seguir mis pautas y enviar diez presupuestos no logramos que ningún posible cliente, te contrate, te devuelvo el dinero. Estoy tan seguro de la calidad de mis servicios que asumo esa responsabilidad.
¿Qué pasa si tengo distintos servicios?
Te recomendaría diseñar un tipo de presupuesto para cada uno de ellos, adaptando cada plantilla a las necesidades específicas de cada posible cliente, imagina que te dicen lo mismo para instalar un aire acondicionado que para operar a tu mascota de una pata partida. No tendría sentido, al igual que no tendría sentido en tus servicios.
¿Por qué es importante no centrarse solo en el precio en un presupuesto?
Centrarse solo en el precio hace que tu posible cliente vea tus servicios como una simple transacción, sin considerar el valor que ofreces, comparándote con tus competidores y eligiendo al más barato. Entrando en una guerra de precios, estúpida.
¿Por qué deberías cuidar tus presupuestos?
Porque la experiencia del cliente debe ser igual de buena desde que te contacta hasta que recibe el trabajo terminado. Tú, cuando pides un presupuesto, no te conformas con el primero, siempre comparas más antes de elegir. Al igual que hace tu cliente, así que se guiará no solo por el precio sino por las propuestas.
¿Cómo puedo destacar mi servicio en un presupuesto?
Puedes resaltar las necesidades del posible cliente y mostrando cómo tus servicios pueden resolver sus problemas. Mostrando los beneficios que obtendrán al contratarte. Gracias, a una estructura planificada y pensada a medida, para que tu propuesta sea más efectiva y aumentar las conversiones por presupuestos que envías.
Oye,
si te interesa formar parte del reducido grupo de personas que sabe hacer presupuestos para que sus negocios liguen de verdad seas un autónomo, una pequeña empresa, una mediana o una grande.
Recuerda, este servicio son 242€ (IVA incluido) quizás te parezca soberanamente barato para todo lo que ofrezco, pero mantendré este precio solo a los primeros.
En caso de que te interese, pon tus datos aquí. Y valoraré que puedo hacer por tí.
Tras investigarte, valoraré si me interesa trabajar contigo y te lo haré saber en un plazo no superior a 48 horas.
PD: El precio es importante, pero no puedes dejar que sea lo más relevante en tu presupuesto.