Oye, te hablo de la actriz Jennifer Aniston.
La que hace de Rachel en Friends.
No solo le vale con ser guapa, lista y famosa.
Tiene unas neuronas con su nombre.
¿Cómo lo ha conseguido?
No por años y años investigando para la medicina.
Sino por ser guapa, lista y famosa. Te explico.
Quien lo descubrió fue Rodrigo Quian Quiroga en 2005.
Se trata de unas neuronas asociadas a un concepto individual y no a detalles.
Este neurocientífico, en un estudio, descubrió con uno de sus pacientes que al mostrarle cientos de fotos de distintos famosos.
Una neurona en concreto… al observar a Jennifer Aniston en cualquier imagen, video o con oír su nombre, se activaban.
No con Michael Jordan, David Bisbal o Beyoncé.
Justo con Jennifer Aniston.
Por eso su nombre.
Lo sorprendente, sin entender yo de esto y por la explicación que da este doctor, es que nosotros por el ámbito visual, procesamos la información de una forma.
Por el ámbito auditivo de otra.
Y con esta idea, reveló una forma en que nuestro cerebro organiza la información, más compleja, al no solo recordar un aspecto concreto de la persona sino todo el conjunto en un concepto.
Descubrió neuronas que responden a conceptos.
Conceptos abstractos en el hipocampo.
Para explicar esto, el doctor se apoya en el cuento de «Funes el memorioso» de Luis Borges.
El personaje de este relato, debido a un accidente, desarrolla una memoria perfecta y detallada, recordando cada experiencia de su vida con absoluta claridad.
Es tal la claridad que, según relata el doctor, si trataba de recordar lo que había hecho el día anterior, se pasaba todo el día recordándolo, ya que recordaba cada detalle.
¿Qué ocurre con el exceso de memoria?
Era incapaz de discernir entre lo importante y lo trivial debido a la sobrecarga de información.
Es decir, todos soñamos con tener mejor memoria y recordarlo todo.
Sin embargo, pensar es abstraer, dejar de lado detalles.
Los detalles no importan, por eso estas neuronas recuerdan el concepto y no los detalles.
Recordaban a Jennifer Aniston en cualquiera de las imágenes, teniendo una u otra ropa, uno u otro peinado, de lado o de frente.
El concepto.
Por eso, cuando escribimos, debemos activar en el cerebro de nuestro lector emociones.
Para que no recuerden palabras concretas épicas y originales.
Sino las emociones auténticas del texto.
Crear en el lector un concepto.
Que al leer algo similar.
Nos recuerden.
A nosotros.
Así que a activar neuronas.
Obviamente no te vas a acordar de mis textos igual que de Jennifer Aniston, sin embargo dicen que enganchan.
Es aquí.